El poder del diálogo lento y el lenguaje que cuida en la comunicación en salud
- Dra. Beatriz Q. Vallejo
- Apr 15
- 2 min read
La forma en que elegimos nuestras palabras y el ritmo con el que las pronunciamos puede cambiar no solo nuestras relaciones, sino también el cerebro de quien escucha. Este artículo explora cómo el diálogo lento y consciente transforma positivamente la comunicación en salud.
Abordamos este tema en el podcast Comunica Salud. Puedes escucharlo completo aquí:
Las palabras transforman el cerebro
Según el neurocientífico Andrew Newberg y el terapeuta Mark Waldman, las palabras que usamos afectan directamente diferentes zonas del cerebro. Palabras negativas como "no puedes" activan la amígdala, asociada al miedo y estrés, mientras que términos positivos como "confío" activan la corteza prefrontal, vinculada a la empatía y la toma de decisiones.
¿Qué es el diálogo lento?
El diálogo lento es una práctica consciente de comunicación que implica hablar pausadamente, escuchar activamente y elegir cuidadosamente cada palabra. No se trata de hablar despacio únicamente, sino de comunicar con intención, presencia plena y empatía.
Beneficios del diálogo lento en la comunicación
Reduce conflictos: Al hablar lentamente y escuchar con atención plena, evitamos respuestas impulsivas y tensiones innecesarias.
Fortalece relaciones: Validar las emociones del otro crea espacios seguros y de confianza.
Aumenta la claridad: Hablar con calma y usar palabras simples y positivas facilita la comprensión mutua.
Estrategias para aplicar el diálogo lento
Aquí tienes algunas estrategias prácticas que te ayudarán a implementar esta técnica:
Respira antes de hablar: Una respiración profunda crea una pausa consciente.
Habla lentamente: Pronuncia aproximadamente una palabra por segundo.
Escucha con atención plena: Evita interrupciones, mantén contacto visual cálido.
Usa frases cortas y simples: Esto evita confusión y mejora la claridad.
Elige palabras positivas: Opta por palabras que promuevan la confianza y la empatía.
Valida las emociones del otro: Frases como "entiendo cómo te sientes" abren la comunicación.
Haz pausas y utiliza el silencio: Las pausas refuerzan el mensaje y permiten mejor comprensión.
Finaliza con gratitud: Cierra conversaciones agradeciendo genuinamente, independientemente del resultado.

¿Dónde aplicar estas estrategias?
El diálogo lento es aplicable en interacciones cotidianas, desde consultas clínicas hasta encuentros informales con colegas y personal administrativo. Un simple "¿cómo estás?" puede transformar positivamente el día de alguien.
En lugar de decir de forma acelerada y reactiva: "Siempre entregas tarde", opta por una versión pausada y constructiva: "Quisiera conversar sobre cómo podemos mejorar la comunicación respecto a las entregas".
Practicar el diálogo lento y elegir palabras cuidadosas no solo mejora tu comunicación, sino que impacta positivamente en quienes te rodean. Empieza hoy a transformar tus conversaciones y sé ese profesional que comunica salud.
Si quieres continuar mejorando tus destrezas de comunciación te recomiendo el curso Estrategias de Comunicación entre el Profesional de la Salud y Paciente.
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