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Comunicación Asertiva en Salud: Clave para Equipos Eficientes y Pacientes Satisfechos

Writer's picture: Dra. Beatriz Q. VallejoDra. Beatriz Q. Vallejo


La comunicación es el eje central en cualquier entorno de trabajo, pero cobra una relevancia especial en el área de la salud. Las decisiones clínicas, la colaboración multidisciplinaria y la atención directa al paciente exigen que cada profesional sea capaz de expresarse con claridad y empatía. En este artículo, profundizaremos en la importancia de la comunicación asertiva en salud y cómo esta práctica puede transformar equipos caóticos en conjuntos altamente eficientes y comprometidos con el bienestar del paciente.

También puedes escuchar el episodio Comunicación Asertiva en Salud: Clave para Equipos Eficientes y Pacientes Satisfechos donde te cuento en detalle cómo mejorar tus desgtrezas de comunicación.



¿Por qué es tan importante la comunicación asertiva en salud?

  1. Previene errores y confusiones: En el ámbito sanitario, una instrucción malinterpretada puede tener consecuencias serias. La comunicación asertiva promueve la claridad y la precisión, minimizando la posibilidad de errores clínicos o administrativos.

  2. Mejora el clima laboral: Un ambiente de trabajo positivo, basado en el respeto mutuo, ayuda a que los profesionales se sientan valorados y motivados. Esto se traduce en un menor índice de rotación de personal y un mayor compromiso con los objetivos de la organización.

  3. Fomenta la colaboración multidisciplinaria: En salud, el trabajo en equipo es esencial. Cuando médicos, enfermeras, técnicos y administrativos se comunican de manera abierta y constructiva, se facilita la toma de decisiones y el intercambio de información esencial para el bienestar del paciente.

  4. Aumenta la satisfacción del paciente: Un equipo que sabe comunicarse interna y externamente transmite seguridad y empatía. Esto no solo ayuda a construir confianza, sino que también mejora la experiencia global de quienes reciben los servicios de salud.

Liderazgo en la comunicación: El rol del líder y los directivos

Aunque todos los miembros de un equipo de salud son responsables de la comunicación, el líder (o los directivos) establece el clima emocional y marca la pauta. Algunas estrategias para lograrlo:

  1. Claridad ante todo: Evita suposiciones y comunica de forma directa. Si hay un cambio administrativo, utiliza un canal oficial donde todos puedan acceder a la información simultáneamente. Así evitarás malentendidos o rumores que perjudiquen la dinámica de equipo.

  2. Retroalimentación constructiva: En lugar de señalar solamente los errores con frases como “esto está mal hecho”, ofrece soluciones o alternativas. Por ejemplo: “Podríamos mejorar este proceso si lo enfocamos de esta otra manera”. Esto motiva a la mejora continua y mantiene la moral del equipo.

  3. Escucha activa (también no verbal): Presta atención no solo a las palabras, sino también al lenguaje corporal. Mantén contacto visual, evita cruzar los brazos y muestra disposición abierta. A veces, el silencio bien gestionado permite entender mejor la perspectiva del otro.

  4. Cuidar el tono de voz: El tono influye enormemente en la manera en que se recibe un mensaje. Incluso cuando hay desacuerdos, un tono amable y sosegado puede lograr mejores resultados que uno agresivo. Un ejemplo destacado es el de aquella persona que, a pesar de estar molesta, logró calmarse y comunicar su disgusto con serenidad, obteniendo una respuesta positiva de la otra parte.

  5. Comunicación que construye: Pregúntate antes de hablar: “¿Esta información aporta algo al equipo?”, “¿Estoy sumando o solo generando ruido?”. Recuerda que lo que dices refleja más sobre ti que sobre la persona a quien se lo dices.


Two women converse on a sofa; one in blue scrubs gestures while the other listens attentively. Bright room with a large window.
La comunicación asertiva refuerza la eficiencia del equipo y la satisfacción del paciente.

Comunicación asertiva entre colegas

Más allá del liderazgo, la efectividad de un equipo depende de la forma en que sus integrantes se relacionen a diario. Algunas claves para una mejor interacción:

  1. Respeto mutuo: La presión de un entorno sanitario puede ser alta, pero el respeto nunca debe perderse. Mantener un trato cordial y profesional favorece la cooperación.

  2. Lenguaje positivo: No se trata de caer en un “positivismo tóxico”, sino de evitar frases que bloqueen la iniciativa. En lugar de “esto no va a funcionar”, se puede decir “vamos a probar esta alternativa y evaluar resultados”.

  3. Verificar la comprensión: Un simple: “¿Quedó clara mi explicación?” o “¿Estamos en la misma página?” puede evitar confusiones a futuro. Evita la pregunta “¿me entendiste?”, que puede sonar confrontativa. Si el trabajo es remoto o distribuido, esta comprobación se hace aún más necesaria, ya que se pierde gran parte de la comunicación no verbal.

  4. Definir canales de comunicación: En el entorno digital, especificar si usarán email, mensajería instantánea o reuniones virtuales para informes o actualizaciones agiliza la colaboración y reduce la duplicación de información o la pérdida de datos.

Beneficios de la Comunicación Asertiva para la Atención al Paciente

  • Coordinación más sólida: Equipos que se comunican efectivamente pueden organizar mejor su flujo de trabajo y asegurar que cada paciente reciba la atención que requiere.

  • Menos errores clínicos: Una buena transmisión de información es vital para evitar omisiones o duplicaciones en procedimientos y tratamientos.

  • Mejor experiencia del paciente: Cuando el personal está en sintonía, los pacientes perciben un ambiente agradable, seguro y confiable. Esto aumenta la satisfacción general y refuerza la reputación de la institución.

  • Atención empática: Una comunicación fluida permite al equipo dedicar más tiempo y energía a la calidad humana del servicio, generando vínculos más cercanos con los pacientes.

Cómo empezar a mejorar tu comunicación asertiva

  1. Autoevaluación

    Reflexiona sobre tus propios hábitos comunicativos: ¿tiendes a interrumpir?, ¿tu tono suele ser brusco cuando estás bajo estrés? Detectar los puntos débiles es el primer paso para mejorar.

  2. Entrenamiento y práctica

    La asertividad no es un don innato; es una habilidad que se puede adquirir. Existen cursos y talleres específicos que te ayudarán a desarrollar técnicas de escucha activa, retroalimentación constructiva y uso correcto del lenguaje corporal.

  3. Observa modelos positivos

    Identifica a aquellas personas que se comunican con efectividad y aprende de su forma de expresarse. Observa cómo manejan el tono de voz, la postura y la elección de palabras.

  4. Pide retroalimentación

    Solicita a colegas o superiores que te indiquen áreas de mejora. Un ambiente de confianza y respeto facilita que puedas recibir críticas constructivas sin sentirte atacado.

  5. Comparte el conocimiento

    Si implementas alguna técnica o dinámica de comunicación y notas mejoras, compártelo con tu equipo. Así, todos se beneficiarán de nuevas estrategias y se creará una cultura de aprendizaje continuo.

 

La comunicación asertiva en el sector salud no es simplemente “un plus” o un bonito ideal; es una necesidad ineludible. Un equipo que se comunica de manera clara y empática logra mejores resultados, reduce la tasa de errores y crea un ambiente de trabajo más armónico, beneficiando tanto a los profesionales como a los pacientes.

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